Palmarés español en los monumentos

Se consideran como monumentos del ciclismo varias clásicas de un día que destacan sobre el resto por su prestigio e historia. En concreto, los cinco monumentos incluyen dos clásicas italianas, la Milán-San Remo y el Giro de Lombardía, dos belgas, el Tour de Flandes y la Lieja-Bastogne-Lieja, y una francesa, la París-Roubaix. Son carreras que cuentan con toda la atención mediática de los países con tradición clasicómana ciclista, especialmente en Centroeuropa, pero sin tanta penetración mediática en países donde la afición se centra en las grandes vueltas, como España o Italia.

No son pruebas que se caractericen precisamente por el brillo de los españoles, ya que son belgas, holandeses, alemanes e italianos los que copan los triunfos. Pero con la llegada del siglo XXI las victorias de Valverde, Freire o  Purito han cambiado el panorama, dejándonos en una situación más digna que la que teníamos antes de la llegada de estos cracks.

Todo comenzó con Miguel Poblet

Tuvieron que pasar más de 60 años desde el inicio de la primera clásica (Lieja, 1892) para que un español subiera a lo más alto del podio. Y tuvo que ser ese catalán que también portó por primera vez para el ciclismo español el maillot amarillo del Tour, Miguel Poblet, que se impuso en la Milań -San Remo de 1957, repitiendo en la misma clásica dos años después.  La París Roubaix y el Giro de Lombardía se le escaparon por poco, con sendos segundos puestos (1958), subiéndose al podio como tercero del Giro de Lombardía en 1959 y al de la París-Roubaix un año después.

Desde 1959 tuvieron que pasar  nada menos que 45 años para que otro español volviera a ganar un monumento. Fue Oscar Freire en la misma prueba, la Milán-San Remo de 2004, repitiendo triunfo en las ediciones de 2007 y 2010, superando así en victorias las dos de Poblet y dejando el ranking español de esta clásica italiana en cinco victorias.

En esta época dorada para el ciclismo español Valverde inscribió su nombre en el monumento más antiguo, la Lieja-Bastogne-Lieja, en 2006, repitiendo triunfo en 2008, 2015 y 2017, sumando cuatro, solo a una de las cinco con las que cuenta Eddy Mercks,  y empatando las cuatro que logró Moreno Argentin. Un Mercks por cierto que es uno de los tres ciclistas que cuenta con, al menos, un triunfo en los cinco monumentos, junto con otros dos belgas, Rik Van Looy y Roger de Vlaeminck.

Pero este post es para hablar de los españoles y seguimos para poner una cruz a otro de los monumentos que se nos resistía, el Giro de Lombardía, donde Joaquím Rodríguez logró la victoria en dos ediciones consecutivas, 2012 y 2013.

Sin embargo, seguimos teniendo dos asignaturas pendientes, la París-Roubaix y el Tour de Flandes, donde el palmarés español continúa inédito a pesar de que, en ambos casos, se han disputado más de 100 ediciones.

Y eso que nos ha faltado poco, y no solo por el segundo puesto de Poblet en 1958, sino por otro corredor catalán que sumó tres podios en sus participaciones: Juan Antonio Flecha, un amante de las clásicas y, en especial, de la París Roubaix, que fue capaz de hacer un segundo puesto (2007), solo superado por el australiano Suart O’Grady,  y dos terceros (2005 y 2010). El propio Flecha tiene el honor de ser el único español capaz de haber subido al podio del Tour de Flandes, con un tercer puesto en 2008.

En definitiva, el ciclismo español cuenta con 11 victorias entre los cinco monumentos (5 Milán-San Remo, conseguidas por Poblet (2) y Freire (3); 4 Lieja-Bastogne-Lieja (Valverde); y dos Giros de Lombardía (ambos de Joaquím Rodríguez)), quedando inéditas en triunfo español (que no en subidas al podio) la París-Roubaix y el Tour de Flandes.  Y Valverde, con sus cuatro Liejas, es el español con más triunfos monumentales en su haber, por delante de Freire (3), Purito y Poblet (2).

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